ALEJANDRA IZQUIERO REYES “3ªF”

A mí casa le empezó a entrar el agua el 31 de noviembre del 2007 a las 11 AM, el agua estaba subiendo y mi mamá, mi papá y yo salimos de la casa, como nadie nos quería llevar pasamos el puente la pigua caminando y le y hablamos a mi hermano que nos alcanzara en casa de mis abuelitos que viven en tamulte. Al llegar a casa de mis abuelitos ellos estaban con mis bisabuelos alistando sus cosas por que les pasaron avisando que también en tamulte iba a entrar el agua. Entonces de repente llego una tía y nos dijo que ella estaba en un albergue en la federal 6 y todos nos fuimos para allá. Pero para nuestra desgracia mi primo se quedo en casa de mi tía que vive en gaviotas sur, se quedo en el techo de esa casa atrapado y nadie lo quería rescatar, nos contó que el agua subió tan pero tan rápido que en 3 horas la planta de abajo había desaparecido, el se tuvo que cruzar a la casa de una vecina que su casa es de 3 pisos Y se quedo con una familia que tiene una hija de 5 años y una de 8 años. La verdad para nosotros fue algo inolvidable porque nosotros estábamos en el albergue llorando amargamente porque le llamábamos al celular y no nos contestaba y le pedíamos a dios de que alguien lo ayudara. Entonces en el albergue prendieron la televisión y vimos que en TVT estaban muchas personas hablando para pedir ayuda para sus familiares que habían quedado atrapados en diferentes lugares y mi tía decidió ir y la escucharon muchas personas y así fue como pudieron rescatarlo.
En esa misma noche mi tía decidió ir al kilómetro 15 con su s hijas por que dijo que si moría quería morir con sus hijas. Estuve yo con mi familia 1 semana en el albergue y luego regrese a casa de mis abuelitos por que fue una falsa alarma por que tamulte no se fue al agua.
Alas 2 semanas yo y mi familia fuimos a la quinta Grijalva a buscar despensa pero tuve que hacer una larga fila que tardo 6 horas y hasta el día de hoy no nos ha ido tan mal pero con los rumores de que otra vez Villahermosa se va a ir al agua solamente nos queda pedirle a Dios y encomendarnos a el porque el es el que tiene la ultima palabra.